Cognac Courvoisier VSOP
VSOP
70 cl - 40%
8 à 12 ans
Assemblage : Grande Champagne, Petite Champagne et Fins Bois
Pago seguro a través de 3D Secure
Francia: 2 a 5 días | Mundo: 5 a 10 días
La historia de la Casa Courvoisier
Fundada en 1835 por Emmanuel Courvoisier y Louis Gallois en Jarnac, la Casa Courvoisier es una institución emblemática en el mundo del coñac. Renombrada por sus meticulosos métodos de producción y su compromiso con la excelencia, reflejados en cada etapa de la elaboración del coñac. La Casa posee viñedos en la región de Grande Champagne, conocida por producir eaux-de-vie de la más alta calidad. Esta ubicación privilegiada permite a Courvoisier seleccionar las mejores variedades de uva, contribuyendo a la complejidad y riqueza aromática de sus coñacs. La historia de Courvoisier también está vinculada al Emperador Napoleón Bonaparte. Según la leyenda, Napoleón se llevó consigo varios barriles de Courvoisier durante su exilio en Santa Elena, un placer muy apreciado por los oficiales ingleses en el barco, lo que le valió el apodo de "El Coñac de Napoleón". Cada expresión en la gama Courvoisier es el resultado de una cuidadosa mezcla realizada por los maestros bodegueros de la Casa, perpetuando así la tradición artesanal y el legado centenario.
Presentación del Coñac Courvoisier VSOP
El coñac Courvoisier VSOP original es una creación atemporal elaborada por expertos. Combina diferentes crus, incluyendo Grande Champagne, Petite Champagne y Fins Bois, cuidadosamente seleccionados por sus aromas. Una botella equilibrada que celebra el arte del ensamblaje, ofreciendo una experiencia sensorial armoniosa. El Very Superior Old Pale (VSOP) de Courvoisier ha sido sometido a un envejecimiento cuidadoso de 8 a 12 años en barricas de roble de los prestigiosos bosques de Tronçais y Limousin. Resultado de esta meticulosa artesanía, esta mezcla VSOP se distingue por su carácter moderadamente intenso, proporcionando una experiencia clásica de riqueza equilibrada y matizada.
El espíritu se presenta con un tono ambarino a primera vista, pero una vez vertido, revela cautivadoras tonalidades cobrizas a la luz.
El coñac, una vez destilado y envejecido, desprende, al olfato, aromas a melocotones maduros. Tras años en barricas de roble francés, desarrolla sabores de avellana y ofrece un sabor dulce y caramelizado de almendras tostadas. La destilación sobre lías, un proceso complejo, añade notas afrutadas y musgosas, con un toque fragante de jazmín.
En boca, se revela un final prolongado, con notas delicadas de almendras tostadas, caramelo mantecoso y frutas de hueso. Esta conclusión se distingue por su sequedad, con un toque sutil de especias de repostería que perdura con suavidad.
No hay ninguna opinión por el momento.